miércoles, 15 de febrero de 2012

LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA - ANALISIS DE UN MODELO FRACASADO

LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA - ANALISIS DE UN MODELO FRACASADO
PROPUESTAS PARA UNA SOLUCIÓN

El nuevo ministro de Educación, Jose Ignacio Wert Ortega, ha dicho que hace falta “un gran acuerdo, no ya político, sino "nacional" para reformar la Educación y resolver los problemas del sistema” (El Mundo 03.01.2012). Su predecesor, Ángel Gabilondo Pujol, dijo exactamente lo mismo, pero en el año 2011 el proceso fracasó debido a la continua lucha ideológica entre PP y PSOE.

Estudiando la prensa nacional y los manifiestos de PP y PSOE sabemos que en educación, España está en la cola. Concretamente, según los resultados de PISA 2009, se encuentra en el puesto Nº 33 en cuanto a comprensión lectora, y en el puesto Nº 36 en lo referente a competencia científica. Resultados que nos colocan como el peor de Europa, con la exclusión de Malta.

A diario, escuchamos noticias relacionados con las cifras terroríficas de fracaso escolar, pero nunca con las teorías explicativas de sus causas y posibles soluciones para su mejora. Mucho más peso tiene, para la opinión pública, la indignación de los funcionarios docentes con respeto a los recortes, ajustes, y su horario de trabajo.

Los políticos saben que tienen que pactar con un único fin: mejorar significativamente los resultados educativos para que en el futuro, España pueda volver a ser un país competitivo. En el mercado libre global, Europa se juega su futuro en el sector de servicios y alta tecnología; debido al hecho de que el grueso de la producción industrial ya no se encuentra radicado en nuestro continente, y que solo podemos contar con la calidad de los futuros profesionales que pueda producir el sistema educativo.

Analizando las diferencias entre España y los países líderes europeos en educación, nos encontramos con la clave del problema Español: la manera en que formamos y seleccionamos a nuestros profesores. El ejemplo a seguir es Finlandia; país que en los años setenta implantó un modelo que ha llegado a ser la envidia del mundo entero. Se basa en la excelencia y capacidad intelectual de sus profesores; y es, precisamente, lo que ha llevado a los finlandeses al éxito educativo, social y económico. No es una coincidencia que la mayoría de los países de Europa hayan adoptado su sistema, y que año tras año Finlandia reciba visitas de gobiernos de todo el planeta, para observar y aprender de sus métodos.

El modelo Español

El camino hacia las aulas de infantil, primaria, secundaria, bachillerato y formación profesional empieza con la elección de una de las carreras universitarias asociadas con el derecho a “opositar” a través de las ofertas públicas de empleo para funcionariado docente. Aquellos que aspiran a ser maestro de primaria se han ido matriculando en las escuelas de magisterio, durante cuatro décadas, para estudiar una diplomatura de 3 años y desde 2009 para un grado. La nota de corte para acceder a las escuelas de magisterio, tradicionalmente ha sido de un mínimo de 5.0 en la Selectividad. Hay que señalar las diferencias entre las distintas provincias y Comunidades Autónomas y las leves subidas de nota de corte en las mejores universidades. Para secundaria, hasta 2009 el requisito era estar en posesión de una licenciatura y el famoso CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica) que durante 4 décadas fue poco más que un cursillo con preguntas tipo test y algunas horas de observación en una escuela pública que se daban de manera presencial o a distancia. En el 2009, se eliminó el CAP, y se ha implementado el Máster en Educación Secundaria a nivel nacional.

La oposición se basa en dos partes (eliminatoria o no dependiendo de las aspiraciones e ideología del partido político gobernante). En primer lugar, un examen de pura memorización masiva de contenidos escogidos de una lista de epígrafes oficiales publicados por el MEC (actualizado por vez primera, desde 1993, en el mes de Noviembre de 2011) y un caso “práctico”; los dos con variaciones dependiendo de la especialidad. En segundo lugar la famosa “encerrona”: donde el pobre candidato se enfrenta a un tribunal de 5 funcionarios para superar dos exposiciones orales (otra vez memorizadas de forma masiva) sobre la legislación española y su implementación en el aula y un plan para una unidad didáctica de trabajo. No existe ninguna comunicación entre los tribunales y los candidatos, de manera que el proceso se lleva a cabo en condiciones deshumanizadas para unos candidatos que se enfrentan a tribunales que tienen que utilizar criterios de evaluación totalmente ambiguos. El proceso de selección se parece más a la cadena industrial de despiece en un matadero que a un proceso de selección de futuros educadores.

Teóricamente, la oposición se basa en los principios constitucionales de igualdad, merito y capacidad, pero la dura realidad es que este modelo ha fracasado de manera trágica. De los tres principios, solo cumplimos con el primero; igualdad. El derecho de todos los españoles en posesión del título universitario necesario con un expediente académico de 5.0 o más, de conseguir a cualquier precio ser funcionario de carrera.

El resultado es una masa de aproximadamente 250,000 personas entre primaria y secundaria a nivel nacional, que ya se han presentado a las oposiciones, pero que no han podido obtener la plaza, a los que si les ofrece, en cambio, la posibilidad de situarse en las famosas bolsas de trabajo, efectuando su labor como interinos o simplemente en casa, en un estado de permanente espera, para que reciban la proverbial llamada de la Junta con el mandato de cubrir una baja de 3 días.

Para el examen de secundaria en 2010, a nivel nacional había más de 100,000 candidatos para 17,000 mil puestos de trabajo, con un coste real al gobierno de más que 30 millones de euros. Esta situación existe por la simple razón de que nadie se ha ocupado de limitar el acceso a las carreras universitarias asociadas con la enseñanza y la nula existencia de una relación entre el Ministerio de Trabajo y las universidades.

Ni las universidades públicas ni privadas ofrecen preparación para las oposiciones. Pero existe un abismal mercado privado muy avanzado a nivel nacional, una red de academias y “preparadores” que trabajan totalmente libres de regulación o vigilancia. No existe legislación alguna sobre la preparación de las oposiciones y cualquier persona puede trabajar en este campo sin titulación. La realidad sobre esta “preparación vendida” es desmoralizante y repugnante. Aulas de 25 personas haciendo apuntes en silencio para memorizar contenidos difuntos en casa, pagando una media de 160€ al mes, sin garantías y sin esperanza.

La izquierda española debería pensar si este sistema realmente encaja con su ideología de educación pública, porque la preparación de las oposiciones es la manifestación más clara de fracaso absoluto en un mercado privado sin regulación. Un mercado privado que se sitúa dentro de la educación pública que actúa como un cáncer, destrozando la calidad educativa de nuestro país. En los países más avanzados de Europa, que gestionan el mercado libre de manera mucho más eficaz y profesional que España, es impensable tener parte de la formación del profesorado fuera del contexto universitario. En España es la absurda y pésima realidad.

El modelo finlandés

En Finlandia, solo existen 11 universidades con facultades de educación. Todo el mundo que quiere ser profesor de Primaria o Secundaria tiene que solicitar la matriculación en uno de estas facultades. Los catedráticos comienzan un riguroso proceso de pre-selección para el acceso a la carrera docente que es extremadamente competitivo. En 2010 había 1258 solicitudes para la facultad de educación de la universidad de Helsinki y solo entraron 123 – una tasa de éxito de 9.8% (Daily Post North Wales 16/06/2011).

La primera etapa en el proceso de selección es la valoración de las notas conseguidos en el último examen del “High School” (en España el examen equivalente seria la selectividad o PAEG). El expediente académico exigido para un candidato que aspira a la carrera docente es aproximadamente un 9.3 sobre 10 en el caso de primaria, y un 9.0 sobre 10 en el caso de secundaria.

Para los que aprueban esta primera etapa del proceso, hay un examen escrito sobre una lista de lectura obligatoria de literatura educativa y posteriormente la redacción de un escrito exponiendo los motivos por los cuales quieren ser profesores y por qué resultarían adecuados para destacar en dicha función.

Es entonces cuando los mejores candidatos pasan a una serie de entrevistas, basadas en factores como la motivación e inteligencia emocional, con la finalidad de conocer sus capacidades como profesores. Los candidatos también participan en una especie de examen práctico, en el que se simula una situación cotidiana en la escuela, con el objetivo de que los evaluadores observen en los futuros profesores la actitud requerida para trabajar con niños y adolescentes (Mckinsey & Company 2010).

La carrera docente dura 5 años y consiste en una licenciatura de 3 años y después un Máster obligatoria de 2 años (un año de prácticas en una escuela pública asociada con su universidad y una tesis “final de carrera” enfocada en una área de investigación educativa). Los profesores de primaria tienen la obligación de especializarse en “Educación” con módulos adicionales en materias curriculares. Los profesores de enseñanza secundaria tienen la obligación de especialización en la materia que van a enseñar con módulos adicionales en pedagogía.

Cuando finaliza el Máster los futuros docentes entran en un mercado de trabajo estrictamente regulado, donde se presentan a entrevistas con la mesa directiva de colegios públicos que hacen su selección basándose en el expediente académico, evaluaciones de prácticas y sus cualidades personales. Debido a la precisa coordinación con el departamento de trabajo, el número de alumnos salidos del Máster es equivalente a la demanda anual de profesores por las jubilaciones. No existe ningún otro tipo de prueba o examen que se pueda comparar con la “oposición” en España y esto significa que el proceso de selección de los profesores tiene lugar en la aceptación del aspirante en la carrera docente.

Es crucial entender esta diferencia entre el sistema finlandés y español. En Finlandia están pre-seleccionando sólo a los mejores candidatos de “bachillerato” de todo el país para la formación como profesores de primaria y secundaria en un ámbito de excelencia, universitario y público, variando anualmente el número de plazas en la carrera docente, dependiendo en la oferta de empleo público.




Una transición necesaria y urgente

Tanto PP como PSOE han hablado de la necesidad de mejorar nuestro sistema de selección del profesorado en los últimos dos años. Es fácil entender por qué, pero en el contexto socio-cultural español es muy difícil de hacer sin tener problemas significativos con la plantilla de profesores actual y especialmente con los profesores interinos que cubren las bajas de los funcionarios de carrera.

Tenemos que cambiar hacia el sistema utilizado por la mayoría de los países europeos; que consiste en la pre-selección para el acceso a una carrera docente con Máster obligatorio, exigiendo expedientes académicos de 9.0 o más, otras pruebas especializadas y entrevistas personales.

Tenemos que vincular el número de plazas en la carrera docente con la necesidad de profesores en ámbito público y concertado. Esto es la clave. Tenemos que crear un mercado regulado de profesores formados y seleccionados por el estado en un ámbito universitario público de excelencia. Un mercado que siempre tendrá el mismo número de profesores que hacen falta para trabajar. Nunca menos y nunca más.

Todo ello con la finalidad para asegurar la calidad de los individuos que trabajan en las aulas con el futuro de este país y evitar para siempre la burbuja de desempleo que tenemos en educación que está causando tanto daño. El sistema de selección no puede estar basado en la estabilidad laboral de profesores interinos de larga duración en las bolsas de trabajo de las comunidades autónomas, a través de la lotería bianual que llamamos “la oposición”. ¿Por qué? Porque la ciudadanía tiene que volver a confiar al 100% en el profesorado, a través de la certeza de que cada profesor ha conseguido su puesto de trabajo a través de un proceso de excelencia.

Pero la cuestión que enfrenta a los políticos no es el modelo que hay que adoptar, es: ¿cómo implementarlo sin perder votantes? ¿Cómo convencer al pueblo Español de la necesidad de acabar totalmente con la actual mediocridad que existe en todos los ámbitos educativos e institucionales, y como implementar una meritocrácia entre todas las personas que trabajan en la educación pública?

El gran problema son las alrededor de 250,000 mil personas en las bolsas de trabajo (no se conoce el número exacto). Leyes retroactivas que les excluyeran de la posibilidad de ser profesores, causaría huelgas sin precedentes en las calles de todas las ciudades de España. La única manera de empezar de manera positiva la reconstrucción educativa es crear dos vías de acceso. La primera sería para nuevos candidatos que reúnen los requisitos del sistema utilizado en el norte de Europa. Y la segunda, reservando un porcentaje de plazas para interinos de “la vieja guardia”, a través de un modelo de oposición radicalmente reformado para favorecer la capacidad intelectual de cada aspirante. Durante un periodo de aproximadamente 10 años, subiendo progresivamente el porcentaje de plazas disponible a través del nuevo modelo de excelencia, y reduciendo el porcentaje de plazas disponibles para interinos, podemos llegar a una situación favorable y estable en cuanto a los métodos de contratación en educación.

El panorama actual

La narrativa política de Partido Popular sugiere que quieren apostar por el modelo concertado. Lo que no entienden la mayoría de los españoles es que el modelo concertado es un modelo de gestión distinto, pero que sigue siendo 100% público en cuanto a la financiación. Es el método de gestión favorecido en el norte de Europa porque otorga el control de la contratación al mismo centro, lo que conlleva la posibilidad de exigir responsabilidades en cuanto a los resultados educativos.

Lo que el Partido Popular tiene que recordar es que simplemente cambiando al modelo concertado no se va a solucionar la cuestión de fracaso escolar o los resultados tan negativos de PISA. La única manera de combatir estos problemas es tener profesores de primer nivel que sepan dar clase en el contexto del siglo XXI y con la autoridad necesaria. Tenemos que aplicar los mismos estándares a profesores que trabajan en el ámbito público y concertado, sin ninguna excepción.

En Finlandia, los alumnos de la carrera docente (Primaria y Secundaria) se sienten orgullosos de estar dentro de la facultad de educación. Está considerada la carrera más prestigiosa a nivel social y los profesores están vistos por la sociedad como científicos de la educación, que aplican sus avanzados conocimientos, adquiridos a base de análisis, investigación y desarrollo. Aprenden a ser experimentadores con sus técnicas pedagógicas y a probar continuamente nuevas métodos de enseñanza. Son muy autónomos y la mayoría de las clases se realizan en grupos muy reducidos con material de su propio diseño y fabricación en situaciones que simulan el aula real. Analizan qué funciona y qué no funciona y sobre todo; ¿Por qué?

En España aprendemos a memorizar temarios de academias privadas. No estamos enseñando a los alumnos ni a los profesores a pensar de manera analítica. Nos esforzamos en todos los niveles del sistema educativo en la retención de material teórico. Desde primaria, secundaria, el instituto, PAU y universidades, y terminando con la Oposición. Así hacemos que la educación para la mayoría de los alumnos sea un reto sin motivación. Los que sobresalen son los pocos que tienen la capacidad mental para retener. Pero retención no es lo mismo que entender y analizar. El análisis social, político, histórico y científico es la fuerza motriz de una sociedad. Sin esta capacidad una sociedad no puede avanzar.

Si no empezamos a enseñar a los profesores a pensar, comparar y analizar, inventar e investigar, ¿cómo podemos pretender que los profesores tengan la capacidad a transmitir estas cualidades a sus propios alumnos? Si no nos deshacemos del actual sistema de Oposiciones, lo único que conseguiremos será un perpetuo alargamiento de las listas de interinos, casi siempre con gente que no está preparada para la enseñanza, sólo por el mero hecho de aprobar un examen injusto, anticuado, ineficiente y tremendamente subjetivo. Mientras Andalucía sigue adelante con otra convocatoria clásica para el año 2012, tal vez, deberían pararse a pensar por un momento, en el efecto que otro examen tradicional tendría en la calidad de su propio sistema educativo, y reconsiderar un pacto con el gobierno central, que verdaderamente podría producir resultados positivos.

El día 7 de febrero 2012 el Partido Popular decido derogar el nuevo Temario de las oposiciones al profesorado, en vigor desde el dia 18 de noviembre 2011, previamente implantado por el gobierno saliente. Jose Ignacio Wert Ortega, dando respuesta a un bombardeo de criticas ha dicho en primer lugar que “el sistema de formación no se puede cambiar sin cambiar el temario", y ha matizado que "nada es eterno" (Magisnet 09/02/2012). En segundo lugar ha subrayado que el modelo alemán y el finlandés "son buenos modelos en los que fijarse" (El Mundo 09/12/2012). El PP tiene muy claro que ni el modelo finlandés ni el alemán tienen temarios y que ninguno de los modelos se basa en la memorización masiva. También tienen claro que sólo se admiten candidatos que son académicamente fuera de serie, y que muestran una altísima dedicación y aptitud para la docencia, medidas por sistemas evaluativos de vanguardia. La cuestión es: ¿Si lo tienen claro los Interinos y recién licenciados de España?


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Referencias:

• Mckinsey & Company. September 2010. Closing the talent gap: Attracting and retaining top-third graduates to careers in teaching.
• ATTRACTING, DEVELOPING AND RETAINING EFFECTIVE TEACHERS. COUNTRY BACKGROUND REPORT FOR FINLAND OCDE. June 2003.
• PISA 2009.Programma para la evaluación internacional de los alumnos. OCDE. Informe Español.
• http://www.dailypost.co.uk/news/local-north-wales-news/bala-news/2011/06/16/the-selection-of-teachers-in-finland-is-as-strict-as-that-for-doctors-leaving-schools-in-a-very-healthy-state-55578-28885777/
• http://www.ncee.org/programs-affiliates/center-on-international-education-benchmarking/top-performing-countries/finland-overview/finland-teacher-and-principal-quality/
• http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/09/espana/1328783008.html#comentarios
• http://www.magisnet.com/noticia/10824/Pol%C3%ADtica-educativa/wert-dice-temarios-anulados-muy-malos-sirven-nuevo-sistema-selecci%C3%B3n-profesorado.html

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Timothy David Blake

28-01-2012


Calle Teatro 23
Casas Ibañez
Albacete
02200

Tel: 967467255 / 677508605
Email: tim@englishlanguagesolutions.es

NIF: X6100608-L

Estudios: Licenciado en Geologia

Trabajo: Preparador de las oposiciones de inglés de primaria y secundaria
Director de: www.englishlanguagesolutions.es

4 comentarios:

  1. Las oposiciones de este país están controladas por los sindicatos, sino como se explica que en estas oposiciones queden 150 puestos sin cubrir, quedando 300 solo del primer examen y eran doscientas y pico plazas a cubrir y que de 300 aprobaran la mayoría gente afiliada a los sindicatos. Un gran tongo ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

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  2. Hola, soy profesora de matemáticas en España, desde hace muchos años, interina, y creo que no lo hago mal. Para mi es maravilloso intentar conseguir que los chavales cada día piensen, aprendan, se motiven y disfruten, y luchar por una escuela pública y de calidad. Es muy duro ir cada año cambiando de un pueblo a otro, de una casa a otra, compartiendo piso con gente de todos los tipos, cambiando de amigos, de rutinas, como quien se cambia de camiseta. Obviamente me dan los grupos más conflictivos y los horarios que nadie quiere, jornadas parciales de 400 euros al mes, con los que no me llega ni para pagar el alquiler y aunque pierdo dinero, las cojo. Cada curso no sabes lo que te va a tocar, preparo mi temario que es diferente cada año, las actividades... Trabajo sin descanso, me salen como el doble o el triple de horas de las que me asignan, y lo hago porque se que debe de ser así si quiero conseguir buenos resultados con los chavales. Ahora, después de tantos años volcada a ser una mejor profesora, me sacan el decreto de que tengo que aprobar el examen de oposición para seguir trabajando y me veo intentando estudiar 71 temas (muchísimo) en un tiempo record, para preparar una oposición y conseguir una plaza vitalicia que no quiero, porque no se si en un futuro estaré aquí o me iré. Yo no quiero ser funcionaria, quiero ser profesora de institutos (PÚBLICOS, lógicamente) y nada más. Saqué la carrera cuando se matriculaban 300 alumnos en primer curso y en quinto quedábamos sólo 20. Fue duro, pero lo conseguí. Tengo un 6 de media aprox. y me ofrecieron varias becas de doctorado. He realizado masters de educación, varios cursos de psicología, de educación especial, bulling, etc. Hablas de la excelencia de la nota. En España es absurdo. Ahora los nuevos matemáticos sacan notas mucho más altas que los de mi generación, no porque sean más listos, ni estudien más, sino porque las universidades, cada día más privatizadas, no quieren perder alumnado y han bajado mucho el nivel, además han puesto las asignaturas de libre elección tipo "la elaboración de la cerveza" y otras cosas como que "ir al gimnasio" te da créditos (antes esto no existía, y cada crédito te lo currabas a base de mates o nada), etc. He trabajado en otros países de profesora, en colegios públicos, la experiencia no me cuenta aquí. Al revés, caí cientos de puestos de listas por irme fuera aquella temporada. Y me dio igual, volví años después para ser la interina que cubre lo que nadie quiere y con mucho gusto, poco a poco volví a ganar posiciones en la lista, volví a tener una jornada completa y cada día intento mejorar y así seguiré mientras pueda. Mi meta es morirme intentando hacer un mundo mejor, más humano, más crítico...

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  3. Respecto a las oposiciones... pfff... En estos momentos estudiar el temario de oposición me quita tiempo que NECESITO para preparar los finales con los chicos, los proyectos y sus prácticas. Para mi ellos son lo más importante, y voy a hacer lo que tengo que hacer, es decir, primero mi trabajo como profesora, y el tiempo que me sobre, me enclaustraré y estudiaré lo que pueda. Probablemente esta decisión me cueste no aprobar la oposición, la plaza fija me da igual, ya dije que no la quiero, pero pensar que el año que viene estaré fuera de listas y no trabajaré en España me da mucha tristeza. Me iré a EEUU, allí tengo trabajo seguro, o a otro sitio, quién sabe, pero esta vez me voy triste, porque pese a todo mi esfuerzo de años, sin tener ni una queja, y trabajando bien, me echan, entre todos y entre nadie, la realidad es que el sistema me retira como quien quita una silla y pone otra en su lugar. Creo que es injusto, porque un empollón, o cualquier crío que acaba de sacarse la carrera tiene muchas más posibilidades de aprobar este examen que yo y ponerse en lista. Sin embargo ni un sólo funcionarío de los que ya están trabajando como profesores con plaza lo aprobaría. Sacar buena nota en ese examen no filtra los mejores profesores para nada, ni siquiera son de ayuda para las clases, ya que es como volver a estudiar varias asignaturas de la carrera, una y otra vez, aprobar si hay suerte y volver a estudiar, para poder trabajar como interino. Muchos compañeros míos, profesores interinos, ya dejan de lado prepararse las clases por estudiar la oposición, no les culpo, se juegan trabajar al año que viene, y faltan 2 meses para el examen. Saben que no tienen casi opción a plaza porque no pueden trabajar, hacerse cargo de sus familias y estudiar al 100% todos los temas, se estudian más o menos 20 y van por si hay suerte, y pueden aguantar en listas. Encima con las nuevas baremaciones quitan peso a la experiencia, que obviamente es lo que más curte a un profesor, y donde se aprende de verdad a dar clase. Mucha gente abandona cuando ven la realidad de ser interino, lo duro que es y que a veces hasta tienes que poner dinero para trabajar. Me duele que nos traten así a los profesores interinos, me siento como una marioneta, que tras tanto esfuerzo el sistema me deshecha de la forma más rastrera posible cuando estoy haciendo bien mi trabajo sin una queja, y se que está mal, pero no puedo luchar contra este sistema absurdo...

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  4. Me gusta tu pensamiento crítico, las cosas que te planteas y el análisis que haces, comparto muchas cosas de las que dices, otras no. En cualquier caso me alegra ver que te tomas en serio este problema, yo también pienso que es un sistema educativo basado más en el aparentar que en el aprendizaje real y una broma de mal gusto para todos. No creo que la nota en una carrera sea signo de excelencia hoy en día, las universidades privadas las regalan, pienso que lo que importa es la calidad de tu trabajo y tu esfuerzo. Y también pienso que el sistema finlandés aquí no funcionaria, por lo menos en las clases de institutos normales en los que he estado trabajando (unos cuantos), porque quizás olvidas que en España la sociedad, los valores inculcados por las familias, la televisión, los amigos... es muy diferente de Finlandia. Las relaciones son diferentes, las cosas que se valoran y las motivaciones son diferentes. Por eso esa educación hoy por hoy no funcionaría aquí. No hace falta copiar tal cual un sistema educativo, sería un fracaso rotundo, es mejor hacer cambios sin brusquedad, poco a poco, tener profesores motivados e involucrados que sepan educar (a niños, a padres y a nosotros mismos). Hay que hacer cambios, si, pero no a lo finlandés, sino cambios para cubrir la demanda y las necesidades propias. A veces tenemos clases en la ESO con 30 alumnos y 10 nacionalidades diferentes, chavales marginales de 14 años en 1º con situaciones muy complicadas, etc. Allí eso no pasa. Allí un niño amonesta a otro por tirar un papel al suelo mientras aquí las calles parecen estercoleros. Hay que innovar, probar y conseguir nuestro propio sistema educativo. Hay que lucharlo con mucho trabajo, y ganárnoslo. Obviamente reducir el número de alumnos por clase, no saturarlos con contenidos teóricos, dejarles más libertad de resolución de problemas, y que desarrollen sus capacidades sería un buen comienzo, pero parece que todo tiende en la dirección opuesta, especialmente ahora con los recortes y los nuevos cambios de contenidos. En España, vamos muy por etrás de Finlandia en muchos aspectos: tanto que aquí tenemos que empezar por que padres y alumnos sean conscientes de la importancia de su educación y la exijan. Estamos haciendo cosas muy mal, nuestro sistema educativo es un problema muy serio y cambio tras cambio, nada parece que vaya en la dirección que tiene que ir. No puedo dar una solución porque no la se. Saludos.

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